La noche del open arms
estaba tó mu oscuro,y yo iba por la mar
sin dinero y sin seguro.
Pa colmo había picoletos
y como sabe to quisqui
con las leyes y los decretos
yo m´había bebío tres güiskis.
Y como había tanta gente
y por miedo a una epidemia
hacían insistentemente
la prueba de la alcoholemia.
Al pasá por lampedusa
no pasamos el control
iguá que en la estepa rusa.
Se vais a esperá en el hall.
Y allí estabamos paraos
a una milla marinera
con un chaleco mojao
iguá que en una patera.
Pero el jefe del negosio
va el tío y le echa cojones
y se apunta como socio
al presidente en funciones.
Y si no es no , había dicho,
po sigue con sus mentiras,
y el cabrón como es un bicho
po los manda pa algeciras.
Algeciras está mu lejos,
yo quiero un puerto seguro,
comerme un par de conejos
y aluego fumarme un puro.
En verdá me estoy pensando
que esta tribu de marrajos,
se la están maravillando
pa mandarnos al carajo.
Ofú que olas más grande... que mierdor.
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