TEOLOGÍA PORNOGRÁFICA.

Solía salir margarita las mañanas de los domingos a repartir a dios entre los vecinos.
Ni tan siquiera la lectura profunda y arbitraria de la biblia le regocijaba las ingles tanto como esos ratos de cotilleo con sus compañeros respecto a la bata o la boina del afortunado que les abría la puerta.
Ya estaba acostumbrada.
- ¿ Sois testigas de jehová verdad?
- Si somos testigas ..... respondía margarita con su tablet recogida entre sus manos en el regazo.
Y se le iba la mirada por los sofares y los cuadros, las mesitas y las cortinas de la casa de aquella flacucha con pinta de yonky a la que trataban de llevar por el camino de la verdad y el amor.
Inconscientemente conocedora de una teología americanada de paraísos terrenales se divertía repitiendo como un loro pedazos de un relato catecúmeno cuya difusión motivaba su existencia.
Desconocía margarita los dioses baratos que se vendían desde el corte ingles hasta por las webs más abyectas de la undernet.
Acaso nunca había tenido tiempo de leer LA TEOLOGÍA PORNOGRÁFICA.  de Ull´s Mac Bentonitte, ilustrado filósofo del siglo, que posturaba la compraventa de dioses en los mercados bursátiles más eficaces y especulativos, sobre todo en épocas de crisis.

All along the wachtower.