Después del mes que llevamos de jartura de mariconadas ,me ha parecido conveniente salir del frigorífico para manifestarme y hacerme visible ante la sociedad y los intransigentes que siempre me han tenido oprimido y oculto.
Aceptando dignamente mi lado femenino puedo confesar que YO SOY MARICÓN... he de resaltar que a mis casi 65 años todavía no he encontrado al hombre de mi vida.
Nacido en el siglo 20 , no he podido resistir a las imposiciones dictatoriales franquistas y heteropatriarcales según las cuales eran pocas las opciones que se nos permitían a hombres y mujeres.
Las tres opciones representativas de esta época eran bien sencillas.
- SACERDOTE PSEUDO ASEXUADO.
- MARICÓN DEL CULO.
- Y HOMBRE DE PROVECHO.
Tan es así que ejerciendo mi libertad decidí optar por la tercera opción hombre de provecho.
La opción incluía la obligatoriedad de estudiar y someterse a la voluntad paterna hasta los 21 años, cumplimentar un año y medio de servidumbre esclava a la clase militar y eslomarse currando a partir de esa edad para mantener a una familia numerosa y a una hembra que procreaba en beneficio de la sociedad dictatorial con mano de obra esclava que necesitaba el cabrón canco del dictador.
Muerto el perro se acabó la rabia y cuando aquél sucio asesino se murió comenzó una etapa de alegría y libertad que nos embriagó a todos por unos años.
Durante un tiempo estuve procreando heteropatriarcalmente y casado por la iglesia católica en consecución de un título de hombre de pro y padre ejemplar bajo cuyos auspicios pude hipotecarme hasta las cejas o hasta casi la edad de jubilación que es casi lo mismo.
Mientras yo andaba en mis roles sociales se produjo casi imperceptiblemente el auge de la confusión y comenzaron a aparecer sexos como chinches.... gays, maricones, bujarrones, bolleras, camioneras, LESBIANAS, top´s. bottom´s, frikies,transexuales, travestis, bisexuales, sicosexuales, asexuales...
una variedad caótica y sugerente en la que disipar las obligaciones del puto patriarcado, la verdad es que estos vicios eran más cómodos y menos exigentes para desarrollar la actividad sexual y sin compromisos.
Fué con la inclusión de la ideología de género cuando cada uno legal y constitucionalmente pudo elegir su sexo de la forma más conveniente con independencia de la dotación cromosómica y aquello fué el despelote. De dos sexos pasamos a cien géneros y el hetero patriarcado fué pecado mortal.
Ser macho se volvió difícil, además de las cargas económicas de sustento familiar se agregaron los caprichos de unas esposas incitadas a denunciar violencia y vejaciones a la menor discrepancia con su supuesto heteropatriarca, de lo cual también me llevé mi ración compuesta de cinco denuncias falsas de las que resulté absuelto al cabo de ocho años de persecución y torturas judiciales tal y como se perseguía a los maricones en el franquismo, sólo por ser HOMBRE.
Ya después de la santa inquisición de género llegó la proliferación de derechos sexuales de los viciosos y viciosas normalizad@s y visibilizad@s. LA SANTA INQUISICIÓN LGTBI.